El cerebro y TDAH

El cerebro y TDAH

El cerebro y TDAH

El TDAH es un trastorno de origen neurobiológico, el protagonismo del cual recae sobre el lóbulo prefrontal, que es donde se encuentra la atención y las funciones ejecutivas (la inhibición, la memoria de trabajo verbal, el lenguaje interior autodirigido, el control de las emociones, la motivación, planificación, resolución de problemas y control motor).Cerebrum_lobes-es.svg

Estas funciones son precisamente las que se ven más afectadas en las personas con TDAH, y por ello tienen dificultades a la hora de:

  • Establecer objetivos,
  • Planificarorganizar y seleccionar,
  • Ser capaces de iniciar, desarrollar y finalizar acciones necesarias,
  • Evitar las distracciones del medio aunque sean estímulos de poca relevancia,
  • Inhibir las conductas automáticas,
  • Supervisar si estan haciendo bien o no y tomar conciencia de los errores,
  • Prever las consecuencias y otras situaciones inesperadas,
  • Cambiar los planes para rectificar los fallos y
  • Controlar el tiempo.

El TDAH es como una orquesta, por mucho que esté compuesta por grandes músicos, si el director (Funciones Ejecutivas) no hace bien su trabajo y no coordina la ejecución de los músicos, indicándoles cuando empezar a tocar, qué ritmo mantener y con qué intensidad ejecutar sus partes, la orquesta igual podrá tocar, pero la música no sonará igual.

Pero, ¿Qué pasa en el cerebro para que se vean afectadas las funciones ejecutivas?

El cerebro es una red de neuronas, las cuales se van transmitiendo información de unas a otras para poder llevar a cabo todas las actividades y movimientos de nuestro cuerpo. Pero las neuronas no estan directamente unidas, sino que entre ellas hay un espacio llamado espacio sináptico, donde se encuentran unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores, los cuales son los encargados de trasladar la información de una neurona a otra.

sinapsis

Hay ocasiones en que los neurotransmisores no hacen bien su función, y es entonces cuando la persona da respuestas equivocadas, lentas o exageradas.

Hay tres tipos de neurotransmisores relacionados con el TDAH:

  1. La dopamina que tiene relación con el placer, la motivación, la  recompensa y la cognición (memoria, atención y resolución de problemas). Por este motivo, una de las características de las personas con TDAH, es que tienden a decantarse por recompensas pequeñas e inmediatas frente a gratificaciones mayores aplazadas.
  2. La serotonina con el control del estado de ánimo y las emociones y
  3. La neropinefina o nodrenalina con los procesos de atención principalmente.

Las personas con TDAH presentan bajos niveles de dichos neurotransmisores y por tanto, se ve afectada la información que deberían transmitir de una neurona a otra y del lóbulo prefrontal a otras áreas del cerebro, y por lo tanto, afectando a una adecuada respuesta cognitiva y al control de los impulsos de la persona.


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